Cavatina
Hasta la época barroca
(hasta mediados del siglo XVIII) una cavatina era una arieta corta, realizada a
partir de uno de los temas musicales de una aria y que no seguía el esquema,
excesivamente largo, establecido para la época, es decir, el aria da capo formada por una primera parte alegre,
una segunda más lenta y una última, repetición de la primera, en la que los
cantantes tenían libertad para incluir ornamentaciones a su gusto.
Como normalmente esta era la
primera pieza musical que interpretaba un cantante, a partir de 1800, con la
desaparición de las arias da capo y
hasta las óperas verdianas, la palabra cavatina se asocia a la primera aria con
la que se presenta un cantante.